domingo, 29 de mayo de 2011

Por qué #acampadasol debe continuar.

Hace ya varias semanas que ocurrió lo que se recordará como el 15M. Decenas de madrileños ocupaban la plaza más concurrida de la capital y, de forma pacífica, reivindicaron unos derechos que nos pertenecen a todos los españoles por Constitución.

El movimiento fue creciendo de forma asombrosa, y personas de todas las nacionalidades se juntaron en las principales ciudades de España para exigir una "Democracia Real". Defendiendo la soberanía nacional, el pueblo español consiguió alzarse en un grito desesperado, y supo organizarse de forma que poco a poco el 15M se convirtiera en un movimiento sólido, anunciando que la #acampadasol se construyó para quedarse. Madrid despertó, y de forma maravillosa, su aullido desveló a toda España, cuyos ciudadanos se fueron pronunciando, uno a uno, hasta formar una auténtica revolución pacífica que haría movilizarse a todos y cada uno de los españoles, en contra o a favor.
Los políticos temblaron, pero intentaron por todos los medios hacer oídos sordos a nuestras propuestas; mientras tanto, las acampadas se extendían a toda Europa. Parece ser que España no es la única que carece de una Democracia Real.

Sabemos que no será fácil conseguir nuestros objetivos, pero esta es la única forma de obtenerlos. No dejemos que la #acampadasol se quede en NADA, demostrémosles a los políticos que no somos "solo un pueblo", que el pueblo está despierto, y cansado de conformismos. Madrid ya no está sola. España ya no está sola. Esto ya ha pasado a ser un movimiento internacional, y tarde o temprano aquellos que nos gobiernan tendrán que escuchar nuestras propuestas, tendrán que obedecer al pueblo; al fin y al cabo, ¿no es él el soberano? Gritemos hasta que quieran atender nuestras reivindicaciones, o hasta romperles el tímpano.

Porque esta es la única forma de llegar a la meta.
#democraciarealya #revoluciónpacífica

Filosofía I: La moral


Desde que nacemos hasta que morimos transitamos por una senda que, según el caso, puede resultar más corta o más larga; un camino al que bautizamos "vida". A lo largo de nuestra vida estamos constantemente fijándonos metas hacia las que encaminamos todas nuestras acciones, aunque en muchas ocasiones no podamos llegar a ellas, y finalmente las abandonamos. Pero todos esos objetivos que determinamos se encaminan a un fin universal que buscan todos los miembros de la humanidad: la felicidad

Pero la "felicidad" como tal no es un estado de ánimo puntual provocado por una sensación agradable inmediata, sino que se define como un estilo de vida permanente que nos permite evaluar, a largo plazo, si nuestra vida finalmente ha resultado feliz o infeliz. Es decir, la vida es el camino que recorremos mientras intentamos mantener este estado de felicidad. Asimismo, esta felicidad es proporcionada por los propios seres humanos que rodean al individuo, y no por los elementos materiales que puede obtener. El objetivo de poder "comprar" todos los objetos deseados, es el de compartir tus riquezas con los seres queridos que te rodean; si no tienes con quién compartirlos, todos esos materiales carecen de valor.

La felicidad puede ser encontrada incluso en los momentos más trágicos, porque la mente siempre tiene el poder de encontrar algo por lo que sonreír. Esta filosofía no significa que debamos vivir en la miseria, disfrutando de las míseras cosas que nos proporcionan una mísera felicidad. El ser humano debe tender a la felicidad, pero al máximo grado de esta, con lo cual nunca deja de aspirar a la máxima felicidad, ni tampoco la pierde completamente si es capaz de sacar lo bueno de lo malo.

Sabemos que en nuestra vida todas nuestras acciones deben tender a la felicidad, pero debemos tener en cuenta que la felicidad del individuo no debe comprometer la felicidad del colectivo, porque entonces se estaría dando un comportamiento INMORAL.
Un comportamiento INMORAL es todo aquel que:
  • Compromete la felicidad propia.
  • Compromete la felicidad de los demás.
  • Compromete la vida propia.
  • Compromete la vida de los demás.
Recordemos que la felicidad la proporciona nuestra relación con los seres humanos que nos rodean. Esta relación debe ser óptima, y para ello es necesario que los individuos que componen nuestro entorno sean felices. Por tanto, nuestra felicidad depende directamente de la felicidad de otros, y es esa la principal razón por la que no debemos compremeter la felicidad de los demás, de la misma forma que la infelicidad de otros seres humanos, a largo plazo nos proporciona infelicidad a nosotros mismos.
En cuanto a la vida, es necesario defender la propia por encima de los demás (egoísmo vitalicio), porque la vida propia es lo último que se pierde y lo primero que debemos defender ante cualquier amenaza. Sin embargo, la pérdida de un ser querido que nos proporcionaba felicidad, también compromete la nuestra propia, y aunque debamos proteger nuestra vida por encima de la de los demás, también debemos defender la de nuestros seres queridos.
Este egoísmo vitalicio no tiene nada que ver con el egoísmo material, que compromete la felicidad de los demás y, a largo plazo, la nuestra propia. Porque hacer felices a los demás, aunque implique sensaciones inmediatas desagradables o incómodas para nosotros, eventualmente nos hará sentirnos mejor con nosotros mismos, y por ende, más felices.

El cerebro humano, por nuestra propia composición biológica, tiende a centrarse en aquellas acciones que nos facilitan un placer espontáneo y egoísta, porque requiere menos esfuerzo psicológico y físico. Pero una parte del cerebro, aquella que debemos potenciar, es la que consigue visualizar el bien a largo plazo que pueden ofrecernos otro tipo de alternativas. Ese bien, esa felicidad, es también mucho más duradera, y es a la que tenemos que tender para obtener un balance positivo en nuestra vida.

viernes, 27 de mayo de 2011

Fotos de la #acampadasol

Por fin el pueblo español levanta la cabeza y decide hacerle frente a esa falsa democracia en la que ha estado creyendo durante mucho tiempo.
Como no podía ser de otra manera, el centro de esta "revolución" pacífica se encuentra en el quilómetro cero de nuestro país: la Puerta del Sol de la Comunidad de Madrid, capital de España. Esta semana la Generación del 11 se ha acercado a la @acampadasol para colaborar con cualquiera que nos haya necesitado, y para dar las gracias por defender los derechos del pueblo español. Estas son algunas de las imágenes recogidas en esos días:

miércoles, 25 de mayo de 2011

Malvenido a mi país (parte 2)

Lo último que supe es que me encontraba luchando ante el frío de la noche. Junto al viento helado, el miedo invadía mi corazón con cada paso que daba. Me era imposible evitar escudriñar cada centímetro de calle que me rodeaba, temiendo que alguna sombra amenazante se abalanzase sobre mí de un momento a otro. Apresuré el paso, observando la cómo la paz reinaba aquella noche en la ciudad. Recordaba cómo, hacía años, las calles nocturnas estaban abarrotadas de criminales, drogadictos e indigentes preparados para pelearse con cualquiera que invadiese el metro cuadrado de esquina que consideraban suyo. En ese momento, la ciudad entera aprovechaba la noche para dormir, pues el día lo convertían en una constante lucha contra el Partido Radical. Las balas volaban de un lado a otro de las calles, y las barricadas seccionaban la ciudad en barrios cuyo suministro de agua y alimentos era cada vez menor. Aquella era una lucha que esperaba que tuviera un final feliz. Un final feliz y diligente, pues mi vida no podría aguantar mucho más tiempo sin la protección de un hogar, de unas llaves, de una puerta blindada.

martes, 24 de mayo de 2011

Malvenido a mi país (parte 1)

Había llegado a un momento en el que el trayecto del trabajo a casa se había convertido en un camino sin final visible. En cuanto pisaba la calle cada tarde para volver a mi hogar, sentía el miedo apoderándose de cada nervio de mi cuerpo, y una espesa niebla me impedía divisar si aquel día llegaría con vida a mi destino. No podía evitar acelerar el paso cada vez que advertía una sombra acercarse por detrás, y más de una vez había corrido por los sucios callejones de la ciudad con los ojos llenos de lágrimas, aterrorizada por si alguien conseguía seguir mis pasos. Entrar al portal del edificio no suponía una mayor seguridad, pues hacía ya meses que temía subir por el ascensor por miedo a que se desplomase deliberadamente. Mi corazón no se tranquilizaba hasta que percibía la llave entrando en la cerradura y oía el crujido de la puerta, que indicaba que ya había llegado a un lugar seguro. Y aún entonces, cuando me encontraba con mi familia cenando o viendo la tele con mi marido, no podía evitar soltar un respingo ante cada paso, cada voz o cada sonido extraño que provenía de detrás de la puerta.

viernes, 20 de mayo de 2011

El pueblo español necesita su monarquía. España es monárquica, y punto.


Últimamente en España se ha especulado bastante sobre la posibilidad de que nuestro país pase de ser monarquía a una tercera república. Esta propuesta está erróneamente vinculada a la acampada que está teniendo lugar en el quilómetro cero de Madrid, e incluso en más ciudades de España, cuyo objetivo principal es la instauración de una democracia real. Aunque este movimiento se encuentra también integrado por miembros republicanos, que añaden la recuperación de un Estado republicano como una de sus reivindicaciones.

Considero que este es un buen momento para no hablar solo de política, sino de Estado; concretamente, la Generación del 11 defiende una postura monárquica, por las razones que se exponen a continuación.

La crisis en la que vivimos se asocia indirectamente, y de forma equivocada, con nuestra monarquía. Los principales argumentos utilizados por los republicanos son la separación de Iglesia y Estado y los enormes gastos que supone la monarquía al pueblo español, que paga sus necesidades con sus impuestos.

En cuanto a la primera mención, se ha de saber que la Constitución de 1978, firmada por nuestro rey Don Juan Carlos, afirma que España es un Estado laico y con libertad religiosa, a pesar de que la Familia Real se considere profundamente católica (admitiendo, eso sí, la importante conexión que ha tenido la Iglesia con España durante toda su historia). Esto implica que todos los organismos públicos del país, incluida la educación, se mantienen al margen de cualquier tipo de expresión religiosa. Esto no quiere decir, ni mucho menos, que no puedan existir escuelas privadas que profesen la religión que les dé la gana, algo que parece que la República no pudo concebir.
Mientras la monarquía de hoy en día nos está asegurando una libertad religiosa plena, la Segunda República, que en teoría también la proporcionaba, se dedicó a perseguir a la iglesia para intentar disminuir su influencia sobre el pueblo, llegando mucho más allá del simple desligue con el Estado. Eso sí que NO es una libertad religiosa.

En cuanto a la segunda, muchos desconocen que cada español destina al mantenimiento de la Familia Real tan solo diecinueve céntimos de euro al año, un precio indiscutiblemente irrisorio. De hecho, la república italiana, por ejemplo, paga por su jefe de Estado casi cuatro euros per cápita al año, más que cualquier otra monarquía del planeta (la más cara es la sueca, que llega a costar un euro con quince céntimos). Eliminar la figura del monarca supone tener que sustituirla por algún otro jefe de Estado, figura imprescindible para el buen desarrollo de un país, que resultaría inevitablemente más caro que una Familia Real.

Por si fueran pocas las desventajas que traería el cambio de una España monárquica a una España republicana, os enumero algunas de las ventajas que nos proporciona el tener un Rey a nuestras espaldas.
  • Nuestro rey actual, Juan Carlos I, es el símbolo por excelencia de nuestra preciada democracia, pues sin él, el periodo de Transición pacífica no podría haber existido. Fue la única persona capaz de cambiar de un régimen dictatorial a uno democrático de forma no revolucionaria, contando con la mínima oposición, y sofocando con eficacia las rebeliones de extremistas de izquierda y de derecha.
  • El Rey es el principal artífice de las relaciones internacionales de España, especialmente con países europeos y monarquías del mundo entero, las cuales no tratarían con el mismo respeto y disposición a un jefe de Estado republicano, especialmente países como Arabia Saudí y Marruecos, cuyo diálogo sería prácticamente imposible si no fuera una relación entre monarquías. Además, el conjunto de países democráticos europeos, incluidos los republicanos, han apoyado siempre al rey Juan Carlos, pues ha sido aquel capaz de implantar una verdadera democracia en España (que sí, más tarde los políticos se encargarían de destrozar).
  • A diferencia de otras monarquías, como la inglesa, nuestra Familia Real está compuesta de miembros respetables que cumplen sus funciones y respetan al pueblo soberano. Mientras los príncipes ingleses no se cansan de salir en los tabloides de su país, España da la imagen de un futuro rey maduro y preparado para enfrentarse a una jefatura de Estado.
  • Juan Carlos I ha sabido tomar las decisiones acertadas y salvaguardar la democracia en situaciones extremas, como el intento de Golpe de Estado de Tejero, el cual el Rey supo controlar de forma sublime. Bien es verdad que el Rey debería tomar cartas en el asunto ante problemas actuales de política interior como los nacionalismos, donde Cataluña y País Vasco están violando descaradamente puntos importantísimos de la Constitución de 1978. Pero la intervención del Rey en este tipo de asuntos provocaría la exaltación de los republicanos y los extremistas de izquierda, quienes no verían con buenos ojos que el Rey se inmiscuyese en política interior, a pesar de que está en su derecho (y obligación). En estos casos, el gobierno del Estado debería haberse hecho cargo mucho antes, de ponerles freno a aquellos gobiernos autonómicos que incumplen constantemente la Carta Magna.
  • Y por último, y por mucho que se empeñen los republicanos, los españoles siguen siendo en su mayoría monárquicos; se sienten identificados con nuestra monarquía. Y no es para menos, pues así ha sido España durante siglos y siglos, y así seguirá siéndolo durante, esperemos, mucho tiempo. Porque estoy segura de que la Tercera República estaría llamada a un fracaso rotundo.

La Tercera República es una utopía. El pueblo español necesita estar al cuidado de nuestro Rey, y eso se nota. Se nota la necesidad de los españoles de que el Rey se pronuncie ante la crisis y sosiegue los ánimos, y no se limite tan solo a su discurso anual de fin de año.

jueves, 19 de mayo de 2011

II

- Hola
Con frecuencia ella presentía mi llegada incluso antes de verme; el primer día me fascinó, pero aquella costumbre estaba empezando a incomodarme. Cuando me senté a la mesa frente a ella, noté que el camarero me miró de reojo; me pregunté si quizás hubiera tenido algún tipo de relación más íntima con mi chica. No me hubiera extrañado.

Nuestra propuesta: ¡Únete a la Generación del 11!


(Pincha en la imagen para leer el contenido)

El pueblo y su democracia y por qué debemos defenderla

Últimamente ha habido cierta diatriba entre miembros de la Generación del 11 por encontrar el sistema de gobierno ideal. Así que he decidido explicar en esta entrada por qué defiendo la democracia.

1.
Por la tendencia natural del ser humano a repartir justicia dentro de una sociedad. Ningún ser humano puede proclamarse "justiciero" y asegurar que distribuirá esa justicia de forma equitativa y objetiva en base a los méritos de cada uno, porque absolutamente nadie puede deshacerse de la subjetividad que viene implícita en el ser humano ("si existiera, solo Dios podría juzgarme")
De esa misma forma, tampoco podemos vivir en un estado anárquico, sin leyes ni gobierno, en el que cada uno hiciera uso de un libertinaje descontrolado en una sociedad donde "todo valiese", y el asesinato, el robo, el maltrato, las violaciones y demás actos que consideramos "delito" fuesen permitidos.
Por tanto, un Estado debe estar controlado por un gobierno y regido por una serie de leyes.

2.
Sería imposible que en una organización territorial tan inmensa como es España, se pudiera dar la aristocracia o "gobierno de los mejores". En primer lugar, porque la ambigüedad de las cualidades del ser humano hacen imposible la elección de unos criterios fijos para elejir a los "aristócratas" o "mejores". ¿A quién dejamos legislar? ¿Al más justo? ¿Al más sabio? ¿Al más inteligente? ¿Al que esté más cercano al pueblo y sepa sus necesidades?
Pero ya lo decía Marx: aquellos que elaboran las ideologías son los que están lejos del pueblo, de la práctica. No sé si eso será verdad así, tal cual, pero sería perfectamente aplicable a cualquier gobierno ajeno a la democracia. Porque no hay gobernadores más cercanos al pueblo que el propio pueblo. Eso es soberanía nacional. Eso es democracia.
Por si eso fuera poco, sería imposible coger a unos pocos "superiores" dentro de los  miles de millones de españoles.
Tal y como dijo Rousseau, la aristocracia solo sirve para los Estados pequeños.

3.
La democracia asegura que la ley que se apruebe o el gobernante que sea elegido, sea para el bien de, si no todos, la mayoría.
Habría que distinguir la DEMOCRACIA teórica, con la práctica, que varía en los diferentes países. Ya expuse en este artículo que la democracia española debe cambiar, pero eso no significa que se deje de lado la soberanía nacional. Pero para eso está el pueblo: para exigir democracia cuando ve que se la están quitando. No hay más que ver a nuestro alrededor. El pueblo español se levanta contra unos gobernantes que cada vez ostentan un mayor poder que no les fue concedido.

4.
Debemos confiar en nuestra sociedad. Otorgar la soberanía nacional significa concederle el poder de decidir sobre nuestro futuro a un conjunto de personas que más nos vale tengan criterio.
Y esta es una de las razones por las que en la Generación del 11 insistimos tanto en la cultura, la educación y el conocimiento de la historia. Si el poder está en el pueblo, y este pueblo está formado y capacitado, el progreso está asegurado.
Sí, siempre habrá gente desinformada e inculta, pero confiar en nuestra sociedad significa confiar en que la mayoría de sus miembros están capacitados para tomar las decisiones adecuadas.

5.
Porque la tendencia de absolutamente todos los estados del planeta es a cambiar su gobierno por una democracia. Los fascismos han desaparecido, el comunismo se está desvaneciendo. No hay razón de cambiar una forma de gobierno por otra si esta segunda no es mejor. Y si es peor tened por seguro que será efímera y poco o nada extendida entre los países vecinos.
¿Por qué habría luchado España durante tanto tiempo para conseguir la democracia si no fuera lo mejor? Podrían haber estado equivocados, pero no. Tantos millones de personas que conformaron el pueblo durante tantos siglos (la primera manifestación "real" del deseo de cierta democracia se produjo en el año 1810 con las Cortes de Cádiz) no pueden estar equivocados.
De hecho, y vuelvo a enlazar también con el párrafo anterior, toda la naturaleza tiende a la selección natural, incluido el ser humano. Tanto la evolución biológica como el hombre, rechazan por naturaleza todo aquello que no es válido, o inferior a lo nuevamente propuesto.

miércoles, 18 de mayo de 2011

En busca de la democracia

Hace mucho que vengo hablando de la importancia de la época de Transición que vivió España tras el franquismo, pero creo que ahora, más que nunca, es necesario recordarle a la sociedad la relevancia de proteger esta democracia nuestra que se ha ido rompiendo desde el mismo momento en que se firmó la Constitución de 1978. Tras la muerte del dictador, el rey Juan Carlos y el símbolo por excelencia de nuestra Transición, Adolfo Suárez, lucharon por construir un nuevo Estado basado en los ideales de igualdad, libertad y derechos. Fue un período intenso y sufrido, pero lo consiguieron. Por primera vez en mucho tiempo, España parecía haber alcanzado una estabilidad política que se merecía desde el día en que nació.

Pero nosotros solitos nos hemos encargado de despedazar nuestros propios derechos. Una sociedad inculta, pasiva, violenta y unos políticos vergonzosos, irresponsables e incapaces. Hemos convertido España en una pseudo-democracia donde el pueblo ya no vale nada; las manifestaciones se convierten en un sin sentido invisible para gobierno y oposición.

Pero ha llegado por fin nuestro momento, la única y efímera ocasión que tenemos para hacernos oír: el voto es nuestra voz, nuestro grito desesperado exigiendo justicia y progreso. Demostremos que el esfuerzo de la Transición no ha sido en vano. ¡Recuperemos nuestra democracia! Es hora de que se pronuncie todo aquel que sienta la necesidad de cambio en España, porque un pueblo unido es una Nación invencible. El voto no es solo un derecho constitucional; la soberanía nacional es una obligación moral, un privilegio que la sociedad ha estado rechazando durante los últimos años, más por pereza que por otra cosa.

El pasado no se puede cambiar y ya es demasiado tarde para lamentarse. España está pasando por tiempos difíciles que nuestro gobierno parece incapaz de solucionar. Es entonces cuando tenemos que ser nosotros quienes cambiemos la historia.

“Si quieres democracia, VOTA”

Descansa mientras puedas, trabaja cuando puedas.

Como ovejas vivimos y como corderos morimos.
Desde el tigre mas alvino,
hasta el mono mas andino.
Vivimos bajo el manto de una falsa protección,
y una vaga aunque cálida ilusión,
y no es otra cosa que la religión.

Yo te enseñare el camino para que transcurras bien por él,
dice el lobo engañador,
enseñame el camino y no mas que obstáculos te pondré,
le rebatió el leñador.

Intenta te digo,
puedes, te obligo.
hazlo con instinto,
si no te crees el obligo,
no lo conseguirás amigo.

Te crees que todo se consigue en un instante,
aprende a calmar tus ansias inquietantes,
solo así podrás mantenerte distante,
y afrontar con solidez y buen semblante,
la verdad que tienes delante.

No te tires en parapente,
tente,
solo necesitas una buena lente,
para poder tenerte enfrente,
y que quede bien patente,
lo que quieres tu hacerte.

Para eso hace falta mas que un espejo,
veelo con un catalejo,
alejo tu mirada más y más,
lejos, lejos, lejos, lejos, lejos,
reflejos en el mar,
ciclo vital en espiral,
y cuando menos te lo esperas,
vas y lo tienes detrás.

Tony.

domingo, 15 de mayo de 2011

Locos aquellos que me digan loco.

Condicionantes, pequeños alicientes que fuerzan la prevalencia, indignos son los ojos del señor con los que mira al rebaño sabiendo que no serán nunca como ellos, que no alcanzarán su condición. ¿Qué padre es el que no desea que algún día sus hijos les superen en destreza? ¿Dónde esta su misericordia y su perfección?, falacias y no otra cosa son. Por ende, puedo decir, como no mejor de otro modo, bastardos son los hijos de Dios.

¿Cómo un padre puede abandonar a la suerte, tan ramera y traidora, a su hijo? Dios, si existes, escóndete muy lejos, huye donde tus hijos no te encuentren para que no repitan las hazañas cometidas a Cronos. Nos devoras sin piedad, nos arrojas a un mundo repleto de dificultades, repleto de peligros y atrocidades, y todavía te damos las gracias en un falso rito. Hoy, te daré una mala noticia, Zeus no me llamo, e inmortal no será mas que mi nombre, pero como él hizo, liberaré a mis hermanos de tu vientre, aunque tenga que para ello rajarlo, aunque a muchos les pese, aunque sea lo último que haga.

Leviatán protector, falso redentor enviaste a la tierra con dádiva promesa y puñal oculto a un pobre ser, el cual es el que menos culpa tiene para a través de su entumecida mente cautivar a tus hijos, para apresar sus libertades, para matar con su fe inquebrantable.

Maldito sea el buen pastor que abandonó al rebaño para salvar al descarriado, pues volvió y mató al resto de bondadosos que lo formaban, eso es lo que consiguió, eso y no otra cosa, la muerte de sus prójimos, la muerte de los puros pues las malas hierbas acaban con las buenas de alrededor, comiéndoselas como hizo Saturno con sus hijos, como hace la viuda negra tras acabar su cometido, como hace Él tras nuestro perecimiento ante la muerte.

Llamamiento a la salvación, llamo a la rebelión, hermanos, no tengáis miedo a represalias, no tengáis miedo a un futuro incierto, pues no existe el futuro, al igual que no existe el pasado. Solo existe el presente, el que tienes en tus manos y el que cada minuto que caminas se convierte en una nueva opción, en un nuevo camino, no lo tienes escrito. La vida es el camino, en el camino está la verdad, y la verdad está en la vida. Compañeros, bienaventurado sea el valiente, bienaventurado sea el mal pastor que no sacrifique, bienaventurado sea el que no permita injusticias, el que no ofrezca su muerte por nosotros sino su vida. La muerte es de cobardes, lo difícil esta en la vida. Desde la muerte no cambiamos las cosas, se cambian desde la vida, única y finita. Hermanos, seguid a vuestra sombra del sur, a vuestra estrella del norte, pues huérfanos son los hijos de Dios.

Tony.

I

El repugnante olor a cigarro inundaba la habitación del hotel, impregnado en cada centímetro de tejido. Las cortinas, las mantas, la alfombra, la almohada... todo apestaba horriblemente a tabaco; el humo parecía nublar mi vista. La cama estaba deshecha y las sábanas se revolvían entre mis piernas. Tenían vida propia. Medité la razón por la que el suelo estaba pegajoso; al lado de la mesilla se hallaba el causante de tanta untuosidad: una botella de whisky derramaba su contenido, empapando la alfombra.

Los nacionalismos: La mutilación de nuestra querida España

Llevo mucho tiempo con la intención de publicar un texto relacionado con los nacionalismos en nuestro país, y creo que ahora ha llegado el momento adecuado.



Desde hace muchos años, los problemas por los que atraviesa España no han cambiado, y como Generación del 11 no podíamos dejar de tratar uno de los más importantes: los nacionalismos.

Cataluña y País Vasco han estado exigiendo su independencia desde que la Primera República española, en lo poco que duró, les alimentó esa idea a base de falsas proposiciones de libertad. Hoy en día, el mal de los nacionalismos no ha desaparecido y azota nuestra sociedad con aún más fuerza si cabe.

Pero la realidad es que la idea de independencia de cualquier comunidad autónoma no solo es una utopía, sino que ataca el pilar más importante de la democracia de nuestro país: la Constitución de 1978. No creo que sea necesario explicar la inmensa importancia que sostiene tal Carta Magna en el desarrollo de España, pero sí voy a puntualizar que la Constitución ha sido lo que nos ha permitido dejar un longevo periodo de inestabilidad que parecía eterno, y encaminarnos hacia una democracia que, en su momento, parecía pura y soberana.
Estas embestidas a nuestro país no destruirán jamás su estructura externa, porque los españoles nunca permitiremos la amputación de nuestro país, pero está destrozando la sociedad española de manera que los más perjudicados acaban siendo los catalanes y vascos. Su continuo rechazo a España está recibiendo una reciprocidad indudable, pero a la vez una determinación por no querer hacer sus deseos realidad. Los españoles no queremos a los nacionalistas, pero tampoco los queremos fuera del país. Es una relación amor-odio que no nos lleva a ninguna parte, pues ninguna comunidad autónoma conseguirá jamás la independencia.
La Constitución de 1978 estableció un perfecto régimen de autonomías dedicado única y exclusivamente a solucionar de una vez por todas el problema de los nacionalismos. Pero a pesar de ser el remedio perfecto para la enfermedad, ni Cataluña ni País Vasco parecieron quedarse satisfechos. Y es que ha llegado un momento en el que ser nacionalista se ha convertido en una simple moda en las comunidades de la periferia; ya nadie sabe por qué quiere la independencia, solo sabe que la quiere. Por llevar la contraria, por agredir al sistema, por alimentar el odio y la destrucción. Los nacionalismos de hoy en día solo nos llevan a una espiral autodestructiva capaz de tragarse a España entera, Cataluña y País Vasco incluidas. 

En la Generación del 11 tenemos la necesidad de criticar fuertemente esta situación. Ahora, más que nunca, España necesita mantenerse unida y buscar un objetivo común. Yo estoy segura de que nadie quiere que nuestra larga historia termine en el suicidio de la sociedad. Si todos los españoles buscásemos aquello que nos une, en lugar de escarbar la tierra para profundizar en lo que nos separa, lograríamos enfocarnos en una meta universal que nos llevaría al progreso y al desarrollo. Lo único que hay que hacer es "amarse los unos a los otros", porque ya lo dijo un señor hace más de dos mil años, y seguimos sin hacerle caso.

Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, las dos Castillas, Cataluña, Madrid, Extremadura, Andalucía, nuestras preciosas islas... y así hasta nombrar todas y cada una de las Comunidades Autónomas que construyen este maravilloso país que es España. Todas tienen aspectos fascinantes. Estamos viviendo en un país con una riqueza cultural, histórica y paisajística realmente envidiable, y no sabemos apreciar las enormes ventajas que esto nos aporta. Porque Cataluña y País Vasco sin España no valen nada. Porque Cataluña y País Vasco son y serán siempre España. Aunque obtuvieran la independencia, y estuvieran geográficamente separadas, es imposible que dejen de identificarse con nuestro país. ¡Si incluso las colonias americanas siguen identificadas con la metrópoli, y se independizaron hace más de cien años!

La pena es que hoy nuestra Constitución no se respeta. Cuando el idioma oficial es el español, en Cataluña se habla catalán. Cuando la Constitución del 78 defiende la igualdad de los españoles, solo se pueden presentar a la PAU del País Vasco los vascos, porque los exámenes están en ese idioma, y no se pueden hacer en español. ¡Exijamos que se cumpla nuestra Constitución! Es lo único que queda para defender nuestra democracia, la Constitución es la voluntad del pueblo. Si no se respeta la voluntad de los españoles, esto difícilmente puede ser considerado una democracia.

Y es que siempre acabamos llegando al mismo punto: la Constitución de 1978 es un texto cuasi perfecto, que si se cumpliera, toda España viviría en una sociedad de paz y desarrollo. Aunque parte de ella es una utopía, la Carta Magna puede (y debe) ser respetada.

sábado, 14 de mayo de 2011

Manifiesto lírico de la minoría silenciosa

De sus fauces, invocación,
en orgullo nada empapado,
el ilustre y también osado
manifiesto, himno o canción.

A gritos, clamando viendo
la esperada sabiduría,
del futuro será cimientos
y del arte será vida.

Las arcas quedarán colmadas,
rebosantes de vida y alma,
de cultura y entendimiento,
de un oro con cruel fachada.

Ya sea prosa verso o voz
la venda será arrancada
de sus semiinertes ojos,
para querer nuestro país España.


Egos

jueves, 12 de mayo de 2011

Si Mahoma no va a la montaña... el teatro se apodera del Metro de Madrid

Y es que cuando los teatros se vacían, los actores saltan a la calle y se hacen con la ciudad. Durante unos escasos minutos, Madrid es solo suya.

Con el título de "Madrileños ilustres" me sorprendieron esta mañana dos jóvenes, que se habían apropiado de un vagón de Metro de la línea 6 para presentarnos a todos las más insignes personalidades madrileñas de la literatura, desde los siglos de oro hasta los siglos XVIII y XIX.

Con una teatralidad envidiable, y con unos trajes modestos pero acertados, estos jóvenes llevaron a las entrañas más profundas de la ciudad toda la esencia de la literatura y el teatro español de tal manera que incluso me planteé quedarme dando vueltas en la línea 6. Una pena que solo pudiese disfrutar del espectáculo una parada.

Señoras y señores, ¡¡ESTO ES LA GENERACIÓN DEL 11!! Así da gusto viajar por la ciudad. 

Nuestras más sinceras felicitaciones para estos dos jóvenes y mil gracias por acercar lo más maravilloso de nuestra literatura a todos aquellos que no quieren, o no pueden, disfrutar de ella en las tablas de Madrid.

martes, 10 de mayo de 2011

De los "Max" a la revolución cultural: tiemblan los ayuntamientos

El pasado lunes se celebró la decimocuarta edición de los premios Max a las artes escénicas en la ciudad de Córdoba, que se celebró con una atmósfera algo diferente.


Y es que todo surgió con naturalidad. A los pocos minutos de empezar, Miguel del Arco recibía el primero de siete merecidísimos premios por "La Función por Hacer": el de "mejor director de escena". Tras lo que todos creíamos que iba a ser un simple discurso de agradecimiento, y antes de abandonar el atril, no dejó el escenario sin dedicarle unas palabras a los ayuntamientos.

Agradeció profundamente a aquellos ayuntamientos que les pagaron fielmente, y recriminó a los que no solo le debían dinero, sino que ni siquiera parecían tener la intención de saldar sus deudas: "Si siguen sin pagar se acabará la fiesta del teatro". Y es que aquello no es calderilla; la deuda alcanza la friolera de cien mil euros. "Me paso el día denunciando esta situación porque vamos a llegar a la bancarrota si no nos pagan", desveló Del Arco en una reciente entrevista a "El Público".

Pero la gala de reivindicaciones no terminó ahí. Aitor Tejada, productor y ayudante de dirección de "La Función por Hacer", pidió a la Red de Espacios Escénicos Arteria que apoye también a las productoras y a los autores españoles: "Vamos mal, algo pasa, porque así no podemos continuar. Como socio de la SGAE me gustaría decir que Arteria debería apoyar también al teatro español, a las productoras españolas".

Pero puestos a pedir, la figurinista de "Nubes", Elisa Sanz, aprovechó para puntualizar la necesidad de la creación de una Academia de las Artes Escénicas, y recordó a la ministra de cultura: "que más importante es revisar las leyes ya existentes, que se revise la actual Ley de Propiedad Intelectual, para que todos podamos tener los mismos derechos que ahora solo tienen músicos, coreógrafos y autores de texto". 

 
En la Generación del 11 no podíamos ser menos, y nos unimos a la causa que defendió Miguel del Arco durante su discurso: "recordemos esto en las próximas elecciones municipales". 

"El Público" es tajante en sus declaraciones: "El Ayuntamiento de Madrid no paga sus encargos de actividades culturales desde el pasado mes de noviembre". Salvador Sanz, vicepresidente de Artemad, añade que "muchas compañías de teatro están desapareciendo o en vías de desaparición" por culpa de esa "morosidad".

Elena Vozmediano, presidenta del Instituto de Arte Contemporáneo, también se une para denunciar la situación: "Está siendo un horror. La morosidad en el arte es altísima. Se hacen encargos de obras a artistas y no se pagan en dos años".

Las elecciones municipales están al caer, ellos ya se han pronunciado, ahora nos toca a nosotros. ¡Hagámonos oír! Por fin ha llegado el momento de poder ejercer nuestra democracia, que en estos momentos se tambalea como la que más, y con ello nos llega la oportunidad de denunciar todos juntos esta vergonzosa realidad.

¡¡No podemos dejar que nuestro propio gobierno se cargue el patrimonio cultural que en tantos siglos nos ha costado construir!!

Si la Transición democrática me lo permite, tomo prestado su lema para la campaña: "SI QUIERES DEMOCRACIA, ¡VOTA!

Días, noches y buena suerte.

El alba, es siniestra. El atardecer, ese glorioso ocaso al suceso previo, es temido.

La luz es ansiada por el ser humano tanto, como el aire peregrinador de nuestros pulmones. La oscuridad sin embargo, es repudiada. Cómo puede ser que a lo mas natural que existe, mas incluso que nuestros cuerpos mismos modificados continuamente asemejandonos más y más cada día y cada noche a un androide sin esencia. En el fin de los fines, hay oscuridad; en el fin de los confines de la tierra, hay oscuridad. Pero no hace falta irse tan lejos, mira, solo mira sollozante por la ventana de una cálida y anónima noche de las miles que pasamos impasibles. Entonces y solo entonces, te darás cuenta. Cierra los ojos vigilantes, baja la guardia soldado, en la oscuridad es el único sitio donde no encontrarás enemigo. Ideas equivocas nos han alejado de ella, dirigiéndonos a una luz blanca y radiante, a una luz de falsas promesas y felicidad, a una luz creada.

Buscamos constantemente, incesantes y exaustos la verdad, tanto, que incluso la apartamos para buscarla mejor. No somos capaces de ver mas allá de las estrellas, no somo capaces de ver mas allá de los ojos, no somos capaces de ver mas allá de un suave y seseante susurro. Idus de marzo, son ignorados, solsticios de verano son olvidados, nuevas lunas son obviadas. A pesar de todo que no falten las ganas teñidas de ignorancia ante una oportunidad de decir, que quede patente mi deseo ferviente de darte, amigo mio, la buena suerte.

Tony

viernes, 6 de mayo de 2011

Malvenido a mi país


"No podía creer que en una sociedad que había estado siempre basada en unos conceptos de democracia, de repente nos hubieran quemado la Constitución en las narices, y de un momento a otro todos nuestros derechos fueran destrozados. En las calles se respiraba más inseguridad conforme pasaban los días, y la inestabilidad del pueblo se hacía notar en cada esquina; la revolución estaba al caer, pero yo ya sabía que todos los esfuerzos de los ciudadanos por recuperar sus derechos serían inútiles. Toda la sangre derramada no sería nada más que una excusa, quizás una pequeña anécdota que el jefe de Estado contaría en millonarias cenas con sus personas de confianza. Las vidas perdidas no significaban nada. Si en algún momento el gobierno nos había considerado simples números que contribuían en la economía del país, en aquel momento no éramos nadie. No éramos nada. La vida humana había alcanzado un valor muy por debajo que el billete común; ya no existía la dignidad, y cualquiera que intentase defenderla, acabaría encarcelado o muerto."

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Esto es ficción. Un fragmento de un relato que escribí hace poco. Me dan miedo las últimas patadas a nuestra Constitución de 1978, y no me gustaría que aquello que escribí hace tan solo un par de días se convirtiera en realidad.

España ha pasado por mucho; su historia está llena de enormes baches de los que no debemos avergonzarnos, pero en los que no podemos volver a caer. Nuestro rey Juan Carlos se dejó el alma en su momento, con la ayuda de sus allegados, para hacer de la Transición democrática una realidad. No dejemos que esta democracia se vuelva contra nosotros.

"Democracia" significa, entre otras cosas, que el pueblo pueda ejercer su derecho a la soberanía nacional, amparado por una Constitución aprobada por él mismo, que protege todas sus voluntades. Esto es lo más parecido a la justicia que el hombre podrá conocer.
Pero aprobar leyes en contra de la voluntad del pueblo, sin respetar nuestra propia Constitución, es burlarse de todos los españoles, y sobre todo, reírse de la democracia que tanto nos ha costado conseguir.

Señoras y señores, ¡esto no es democracia! ¿Cómo va a ser democracia algo que va en contra de la mayoría de los españoles? Por ahora, lo más que podemos hacer es ejercer nuestro derecho al voto y aferrarnos al único indicio de "soberanía nacional" que nos queda. Es la única manera de hacernos oír de verdad. Utilicemos el único megáfono que nos han dejado para devolverle a nuestro país la democracia que tanto nos ha costado conseguir.