domingo, 26 de junio de 2011

Querida España, estamos de luto

En este blog nos habéis visto defendiendo a capa y espada la cultura de nuestro país, lo cual es, al fin y alcabo, el fin último de la Generación del 11. Yo, concretamente, y dada mi afición por dicha actividad, me he dedicado a escribir artículos subrayando la inmensa importancia que tiene el teatro en el desarrollo de la sociedad y de la propia nación.


Hoy, querida España, estamos de luto. El Teatro de Madrid, que hasta ahora se encargaba de dar cobijo a todo tipo de eventos culturales, ha echado el cierre. ¿Las razones? Las de siempre: en España no se encuentra presupuesto para mantener a flote las propuestas que se centran en el progreso de nuestra cultura. Ya nos lo avisó Miguel del Arco en la gala de los premios Max, y solo era cuestión de tiempo que comenzase a caer alguno de estos templos de culto a la educación. 
Pero el cierre de un teatro que, por desgracia, ni siquiera tuve la oportunidad de pisar, es tan solo la excusa que necesitaba para recordar a todos los ciudadanos españoles, y en este caso, más concretamente, a los madrileños, que el teatro es una actividad fundamental para mantener vivo el espíritu de desarrollo del pueblo.

Gobernadores, lo estáis haciendo fatal. ¡España necesita un pueblo culto! Ah, claro, tonta de mí, no me había dado cuenta de que lo que buscáis es precisamente un pueblo manipulable y sumido en la depresión moral y económica por la que se encuentra buceando en estos tiempos. No digo que la culpa de esta crisis de valores sea, ni mucho menos, de aquellos que mueven los hilos del país, pero debería ser su principal tarea la de sacar al pueblo de ella, no al contrario.
Yo ya expuse anteriormente, de forma resumida, la importancia que tiene hoy en día el teatro en la sociedad española, y lo que no debemos permitir es que este arte milenario muera por culpa de algo tan ordinario como el dinero.



Porque la muerte del Teatro de Madrid es solo el comienzo; porque si el gobierno no está dispuesto a parar la involución cultural en la que nos hemos subido, debemos ser nosotros los que tomemos las riendas y consigamos impedirla. Porque un pueblo unido es capaz de eso y mucho más, y no vamos a dejar que el dinero siga arruinando algo tan especial como el arte, la creación del ser humano.

No sé, quizás es solo mi amor por el teatro reaccionando de forma demasiado dramática, pero pienso que el problema es mucho más serio de lo que parece, y lo peor de todo es que mucha gente lo desconoce.

A lo mejor solo necesitamos una Maureen Johnson como la que interpretó Idina Menzel en el musical "Rent", alguien que grite (o cante) a pleno pulmón por la defensa de nuestra cultura.

#AmemosElTeatro #TeatroEnTwitter

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